La zona comprendida por los departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío, con sus capitales, Pereira, Manizales y Armenia, respectivamente, ya no solo quiere tener el reconocimiento global por tener el paisaje cultural cafetero que le mereció, en 2011, ser designada como Patrimonio Mundial de la Unesco, sino que se viene preparando para que el Eje Cafetero sea exaltado por otras grandes cualidades y capacidades para atender las demandas de diversos sectores e industrias.
En ese sentido, desde la Cámara de Comercio de Manizales, anota Jorge Alberto García García, profesional de estudios económicos que las ventajas comparativas que permiten que esta ciudad, el departamento de Caldas y la región del Eje Cafetero tengan potencialidades para los servicios globales se concentran en su fuerte institucionalidad, la disponibilidad de infraestructura estratégica que poseen, sus importantes elementos culturales y su capital humano, que está asociado en gran medida al costo de mano de obra, mientras que, por otra parte, dice que es posible que la composición demográfica de igual forma contribuya, debido a que las empresas están explotando el bono demográfico en términos de una población que se encuentra en edades altamente productivas.
En cuanto a la institucionalidad de capitales, el funcionario asegura que Manizales está a la vanguardia nacional en el manejo de permisos de construcción y registros de propiedades, además de encontrarse en la posición número cuatro según su facilidad para abrir negocios, de acuerdo con el índice ‘Doing Business’ que calculó el Banco Mundial (BM) para las capitales de Colombia.